La vitrificación de óvulos.

La vitrificacion de ovulosHasta hace pocos años, sólo podíamos congelar embriones, así que la posibilidad de vitrificar óvulos ha revolucionado de nuevo la fecundación «in vitro» permitiendo preservar la fertilidad femenina.

Existen varias situaciones en las que decidimos utilizar esta técnica. La primera es, cuando queremos preservar la fertilidad de aquellas pacientes que, en edad fértil, son diagnosticadas de algún tipo de cáncer que requiera de un tratamiento oncológico (quimioterapia o radioterapia).

Estos tratamientos pueden producir una reducción importante, y a veces completa, de la reserva de óvulos, produciendo problemas de fertilidad o incluso, un fallo ovárico prematuro. En estos casos, si la paciente no tiene pareja, o si aún teniendo, le supone un problema moral congelar embriones, se le pueden extraer los óvulos y guardarlos antes de iniciar la quimio o la radioterapia.

Otra de las situaciones por la que se vitrifican óvulos (la que más demanda está teniendo hoy en día) es para preservar la fertilidad en mujeres que no buscan un embarazo ahora pero que no descartan la maternidad en el futuro y que, sabiendo que la calidad de los óvulos empeora con la edad, quieren mantener intactas sus posibilidades de embarazo.

Me gustaría remarcar una cosa importante que deberían de tener en cuenta aquellas pacientes que se están planteando vitrificar sus óvulos: este tratamiento cumple con sus expectativas si los óvulos son de mujeres menores de 35 años. ¿Y esto qué quiere decir? pues algo que parece obvio pero que no tienen claro muchas mujeres, y es que para poder «preservar la fertilidad» ha de EXISTIR una buena fertilidad. Y por encima de los 35 (y sobretodo 38 años) los óvulos que vitrifiquemos no están garantizando que puedan conseguir un embarazo en el futuro.

Así que, una reflexión: de poco sirve que una paciente vitrifique óvulos con 40 años y que deposite en ellos todas las esperanzas de conseguir futura maternidad , porque a esa edad la probabilidad de que esos óvulos sobrevivan a la descongelación posterior y consigan buenos embriones es realmente baja.

Las complicaciones de la punción

Las complicaciones de la puncionEn el último post comenté cómo se realiza la punción folicular y el tipo de anestesia que se necesita. Hoy incidiré en las complicaciones que, como en cualquier otra intervención, pueden aparecer.

La más frecuente es la hemorragia. Debemos recordar que para conseguir los óvulos, una aguja pincha y aspira cada folículo. En este proceso, la superficie del ovario puede lesionarse y sangrar. Afortunadamente, la mayoría de estos sangrados son auto-limitados, esto es, que paran sin necesidad de hacer nada especial, simplemente con un poco de reposo por parte de la paciente es suficiente. Pero en algún caso, si el sangrado persiste o es abundante, sí que será necesario que realicemos una laparoscopia (una pequeña intervención) para poder coagular la superficie del ovario dañada.

Los síntomas de este tipo de sangrado acostumbran a aparecer varias horas después de la punción: dolor abdominal que no cede con analgésicos habituales, sensación de mareo e incluso cuadro de lipotimia.
Cuando en la consulta veo la cara de susto en la pareja después de haber explicado todo esto hablo de estadísticas: por suerte, la tasa de sangrado post-punción que requiere ingreso y tratamiento quirúrgico es de una por cada 400 punciones.

El resto de las complicaciones que pueden aparecer son mucho menos frecuentes, entre las que destaco la infección pélvica (que intentamos minimizar con medidas de asepsia y dando un antibiótico antes de la punción para prevenirla), la lesión de otros órganos abdominales (como el intestino o la vejiga) y la torsión ovárica.

Ya que un comentario me pedía que hablase de la torsión ovárica, me voy a centrar un poco en este tema.
La torsión ovárica se suele producir en ovarios que están aumentados de tamaño, ya sea por la presencia de un quiste o por la propia estimulación ovárica (que produce el crecimiento de varios folículos a la vez). La clínica aparece cuando el ovario rota sobre sí mismo y «estrangula» los vasos sanguíneos que le nutren. Acostumbra a ser un cuadro de inicio agudo, con dolor abdominal fuerte (más localizado en el lado del ovario torsionado), náuseas y en algún caso, fiebre.
Ante la sospecha de torsión ovárica, se debe hacer una laparoscopia de urgencia para detorsionar el ovario.

Como veis, las complicaciones existen, y es bueno conocerlas. Pero afortunadamente la probabilidad de que ocurran es baja y creo que es importante que confiéis en la profesionalidad y la experiencia del centro. Así estaréis más tranquilos.

La respuesta ovárica y la reserva

La respuesta ovarica y la reservaHay una pregunta que me hacen casi todas las pacientes que se van a someter a una FIV:

¿Cúal es la media de óvulos que se consiguen en una FIV?

En la estimulación ovárica no existe un número «normal» de ovocitos (óvulos) porque depende de la reserva ovárica.

Y ¿qué es la reserva ovárica?  Las mujeres, a diferencia de los hombres, nacen con todas las células reproductoras (ovocitos) que dispondrán a lo largo de su vida reproductiva. Se estima que las mujeres en el momento del nacimiento tienen entre 1 y 4 millones de ovocitos; en la época de la pubertad (o inicio de la primera ovulación), el número de óvulos disminuye hasta unos doscientos o trescientos mil;  y a los 37 años esta dotación será sólo de unos 25.000. Es a partir de esta época de la vida en la que la pérdida de ovocitos se acelera rápidamente, para llegar a la menopausia con una cantidad de unos 1.000. Esta disminución en el número de óvulos es fisiológica, y aunque existen causas que pueden acelerarla (como cirugías en el ovario, tratamientos quimioterápicos, endometriosis severas…) la herencia genética tiene mucha importancia.  Aquellas familias en las que tanto a la abuela como a la madre se les adelantó la menopausia, es muy probable que la hija también tenga una menopausia precoz.

Explicado esto, entenderéis por qué cada paciente responde de manera diferente a la estimulación.  En función de cuándo hagamos  la FIV (y por lo tanto, de la reserva ovárica presente  en ese momento en el ovario) conseguiremos un mayor o menor número de ovocitos.

En otro post explicaré que, en contra de lo que cree la gente, un mayor número de óvulos no implica un mejor resultado en la FIV.  Siempre explico en la consulta que buscamos calidad, no cantidad.

Así que no debéis obsesionaros con el número de óvulos, dependerá de muchos factores, pero lo que realmente necesitamos es un embrión que sea bueno y que consiga lo que todos queremos: niño sano en casa.

Preguntas frecuentes (II)

Desmontando-mitos-IAquí va otra de las preguntas que inquietan, y mucho, a las pacientes que se someten a una fecundación in vitro:

¿ Estos óvulos que conseguiré en la FIV son óvulos que pierdo de los próximos meses? ¿eso implica que se me van a agotar antes y que por tanto se me va a adelantar la menopáusia?

Para poder responder a esta pregunta, necesito explicar un poco la fisiología del ovario.

Cada mes, nuestras hormonas desencadenan una respuesta ovárica haciendo que varios óvulos inicien su maduración.  Pero finalmente, sólo uno (o en algunos casos dos) de estos óvulos acaba este proceso y es finalmente ovulado por el ovario.  El resto desaparecen.  Es por eso que aunque cada mes ovulemos sólo un óvulo, el número de óvulos restantes va disminuyendo progresivamente hasta llegar a la menopausia.

Con la medicación de la fecundación in vitro,  lo que intentamos es que esos óvulos que iban a desaparecer en un ciclo normal maduren  igual que lo hace el dominante, consiguiendo así varios óvulos para fecundar a la vez.

Por eso las pacientes que se someten a una FIV no disminuyen su reserva de óvulos ni adelantan la fecha en la que su cuerpo ha programado la menopausia.

Si consigo que estas repuestas disminuyan la ansiedad de muchas pacientes, me doy por satisfecha.