Las complicaciones de la punción

Las complicaciones de la puncionEn el último post comenté cómo se realiza la punción folicular y el tipo de anestesia que se necesita. Hoy incidiré en las complicaciones que, como en cualquier otra intervención, pueden aparecer.

La más frecuente es la hemorragia. Debemos recordar que para conseguir los óvulos, una aguja pincha y aspira cada folículo. En este proceso, la superficie del ovario puede lesionarse y sangrar. Afortunadamente, la mayoría de estos sangrados son auto-limitados, esto es, que paran sin necesidad de hacer nada especial, simplemente con un poco de reposo por parte de la paciente es suficiente. Pero en algún caso, si el sangrado persiste o es abundante, sí que será necesario que realicemos una laparoscopia (una pequeña intervención) para poder coagular la superficie del ovario dañada.

Los síntomas de este tipo de sangrado acostumbran a aparecer varias horas después de la punción: dolor abdominal que no cede con analgésicos habituales, sensación de mareo e incluso cuadro de lipotimia.
Cuando en la consulta veo la cara de susto en la pareja después de haber explicado todo esto hablo de estadísticas: por suerte, la tasa de sangrado post-punción que requiere ingreso y tratamiento quirúrgico es de una por cada 400 punciones.

El resto de las complicaciones que pueden aparecer son mucho menos frecuentes, entre las que destaco la infección pélvica (que intentamos minimizar con medidas de asepsia y dando un antibiótico antes de la punción para prevenirla), la lesión de otros órganos abdominales (como el intestino o la vejiga) y la torsión ovárica.

Ya que un comentario me pedía que hablase de la torsión ovárica, me voy a centrar un poco en este tema.
La torsión ovárica se suele producir en ovarios que están aumentados de tamaño, ya sea por la presencia de un quiste o por la propia estimulación ovárica (que produce el crecimiento de varios folículos a la vez). La clínica aparece cuando el ovario rota sobre sí mismo y «estrangula» los vasos sanguíneos que le nutren. Acostumbra a ser un cuadro de inicio agudo, con dolor abdominal fuerte (más localizado en el lado del ovario torsionado), náuseas y en algún caso, fiebre.
Ante la sospecha de torsión ovárica, se debe hacer una laparoscopia de urgencia para detorsionar el ovario.

Como veis, las complicaciones existen, y es bueno conocerlas. Pero afortunadamente la probabilidad de que ocurran es baja y creo que es importante que confiéis en la profesionalidad y la experiencia del centro. Así estaréis más tranquilos.